Otra representante de la línea literaria feminista en las letras inglesas contemporáneas es Sue Roe, que vino a nuestra Universidad en dos ocasiones: abril de 1996 y marzo de 1997, invitada por el Departamento de Filología Inglesa en colaboración con el British Council. Sue Roe tiene una extensa producción como ensayista, novelista y también como poeta. Ofreció dos conferencias que llevaban por título, respectivamente, “Twentieth Century British Women’s Fiction” y “Virginia Woolf: Drafting & Re-drafting”, especialmente dirigidas a los estudiantes de literatura inglesa del siglo XX.
En las conferencias y en los animados coloquios subsiguientes abordó la narrativa escrita por mujeres a lo largo del siglo XX y, en el caso de Virginia Woolf –de la que es una gran y apasionada experta— cómo esta autora fue componiendo sus novelas, escribiendo y reescribiendo, a lo largo de un proceso de transformación de la obra y, paralelamente, de transformación del propio estilo de la escritora. El resultado fue, según Roe, una sintaxis personal más imaginativa y soñadora, típica de la escritura femenina.
Las investigaciones de Sue Roe se circunscriben a la literatura escrita únicamente por mujeres. Entre las obras de crítica literaria se cuenta Writing and Gender: Virginia Woolf’s Writing Practice y The Semi-Transparent Envelope: Women Writing, Feminism and Fiction. Su poesía ha aparecido en innumerables antologías y ediciones (The Spitfire Factory) y entre su obra de ficción cabe destacar Estella: Her Expectations (1982). La novela es una especie de extrapolación del personaje del mismo nombre de Great Expectations, de Charles Dickens y un estudio del mundo interior de ese inolvidable personaje dickensiano. También ha analizado la obra de los pintores impresionistas de Montmartre entre 1900 y 1910, con especial énfasis en Picasso y Matisse.
En Salamanca explicó lo que ella entendía por feminismo y cómo algunos de los esquemas clásicos del movimiento estaban ya desfasados. Aunque se definió a sí misma sin ambages como feminista, reconoció sin embargo que “hay valores del feminismo tradicional en los que ya no creo”. Respecto a la relación entre ideología y literatura, Roe les insistió a nuestros estudiantes en la conveniencia de evitar las simplificaciones que vinculan la narrativa escrita por mujeres a movimiento políticos concretos.
Tras sus dos visitas, seguro que hubiera deseado una tercera, pero las circunstancias ya no la hicieron posible. Sus intervenciones despertaron el interés de los estudiantes y abrieron nuevas vías de reflexión acerca de un tipo de literatura –y de la perspectiva crítica de la misma— que hasta entonces no había tenido mucha cabida en los programas convencionales.