Gracias a la generosidad y permanente apoyo hacia el Capítulo Argentina de Alumni – Universidad de Salamanca de Walter D´Aloia Criado, presidente de la Asociación de Amigos del Museo Fernández Blanco, el día 20 de marzo se visitó la Casa Fernández Blanco. Por el recorrido de esta sede fuimos afectuosamente tomados de la mano experta y bondadosa de Patricio López Méndez y así como las niñas van aferradas a la mano de sus muñecas sondeamos en los secretos de la Casa. Participaron de esta visita miembros del Instituto de Derecho de la Moda del Colegio Público de la Abogacía de la Capital Federal que dirige la coordinadora del Capítulo Argentina, Susy Bello Knoll.
La Casa muestra setenta años de la historia de uno de los objetos más antiguos y populares de la humanidad: las muñecas. La donación de Mabel y María Castellano Fotheringham en el año 2012 de su colección de muñecas y juguetes antiguos a las que se sumaron otras donaciones nos lleva a la más tierna infancia.
En la Sala II se nos cuenta que entre 1860 y 1890, las poupées mannequin o fashion dolls fueron las encargadas de transmitir a las niñas el modelo femenino a seguir. Esbeltas y bellas, con sus cabezas y extremidades de biscuit y sus cuerpos articulados de madera, luego de cabritilla, acompañadas de complejos vestuarios y accesorios para toda ocasión, las muñecas modelo, se constituyeron en las embajadoras de la moda francesa, ideal estético de la alta costura a nivel mundial. Por esa época, se nos agrega, comenzó a circular una publicación destinada a las pequeñas, réplica de las revistas de moda ilustrada, bajo el título del Journal des Poupées, que ofrecía ilustraciones, moldes y consejos de temporada para las niñas y sus muñecas. Por primera vez los grandes modistos tuvieron nombre y apellido gracias a Charles Frederick Worth y en la planta alta de la casa se puede disfrutar de uno de sus diseños entre varios de época.
El broche de oro fue encontrarse en el taller de restauración con Edith Hidalgo quien con sus 70 años sigue captando cada milímetro del textil que necesita la reparación. La encontramos trabajando sobre un vestido de novia de 1910. Gustavo salió del taller para ser nuestro fotógrafo oficial.
Gracias Patricio López Méndez por compartir con Alumni toda la experiencia de tantos años entre estos objetos que nos muestran que es necesario el cariño para mantener vivos los recuerdos y para poder transmitir a otros tanto conocimiento.
De abajo hacia arriba izquierda: Susy Bello Knoll, Patricio López Méndez, Tatiana Vargas. De arriba hacia abajo derecha: Roberto Abieri, Dolores Garay, Florencia Luna, Laura Fernández y Carolina Albanese.
Desde el fondo: Roberto Abieri, Carolina Albanese y Tatiana Vargas, miembros del Instituto junto al licenciado Patricio López Méndez
Pablo Varela, miembro del Instituto y Patricio López Méndez