¿Cómo te llamas? ¿De dónde procedes? ¿Cómo te definirías?
Artísticamente se me conoce como Daniel Sutt, aunque mi nombre real es Daniel Sánchez Díaz. Tengo 24 años y soy de Extremadura, concretamente de la ciudad de Plasencia.
Profesionalmente me considero una persona activista, autodidacta e investigadora, debido a mis preocupaciones sociales y mi interés por la búsqueda de nuevas técnicas artísticas alejadas de mi formación. Para mí, es esencial la experimentación, la investigación y la curiosidad, puesto que son los tres elementos que han otorgado a lo largo de la historia grandes aportaciones y descubrimientos en beneficio del ser humano. Por lo tanto, estos tres son los ejes fundamentales que me definen como profesional en el mundo del arte y que también definen mi trabajo.
¿Qué estas estudiando o qué has estudiado en la USAL? ¿Por qué elegiste tus estudios?
En 2019 fui graduado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca y actualmente estoy cursando el Máster en Estudios Avanzados en Historia del Arte, también por la USAL. Durante mi paso por la Facultad de Bellas Artes y tras cursar las asignaturas básicas de la carrera (pintura, dibujo y escultura), fui decantándome por el color como medio de expresión y comunicación, lo que hizo que optara por mi especialización en el área de pintura. No obstante, considero que ningún artista debe alejarse de ninguna de las disciplinas, puesto que todas se enriquecen en su conjunto y son esenciales para fortalecer la práctica artística.
Sinceramente, puedo decir que elegí estos estudios por influencia de muchos factores. En primer lugar, por el nefasto sistema educativo que tiene nuestro país, ya que este me ha propiciado siempre el desencanto por el estudio. Algo que hizo plantearme el cambio de sistema hacia algo más práctica, donde realmente se aprendiese desde la experiencia. Aunque, también hubiera asignaturas teóricas.
Por otro lado, puedo destacar la influencia de un profesor de primaria, quien percibió mis habilidades artísticas y me recomendó hacer Bellas Artes. Por parte de un amigo y compañero de facultad (Germán Does), quien me introdujo en el mundo del arte a través del graffiti y me animó posteriormente a cursar la carrera de Bellas Artes. Y por último, la decisión final de iniciar estos estudios fue gracias al gran apoyo que tuve por parte de mi familia. Algo de lo que siempre estaré orgulloso, ya que muchas familias reniegan de que sus hijos realicen esta carrera.
¿Por qué decidiste estudiar en la Universidad de Salamanca?
Desde hace mucho tiempo la ciudad de Salamanca es popularmente conocida, no solo por su Universidad, sino también por su cultura, su ambiente, sus fiestas, etc. Se podría decir que es uno de los lugares que está de moda entre la gente universitaria y que, en mi caso, aunque fue por cercanía de residencia, también influyó las recomendaciones de conocidos que ya habían pasado por esta ciudad.
Para mí, es hoy en día el modelo de ciudad donde me gustaría vivir.
Acabas de realizar tu primera exposición titulada “Residuo, contaminación y autodestrucción. ¿Cómo ha sido la experiencia de preparar tu primera exposición?
Como ya sabemos, todas las instituciones públicas han permanecido cerradas durante el confinamiento, por lo que la realización de esta exposición se había puesto en duda y no sabía que iba a pasar, aunque finalmente se ha podido realizar. Todo el proceso que conlleva una exposición, desde que empieza hasta que acaba, es algo que requiere bastante tiempo y dedicación. Por lo que realizarla en esta situación me ha generado cierta incertidumbre, ya que no se sabe cómo va a responder el público o ni siquiera si acudirán a la galería.
Ahora que ya está acabando el periodo de exposición he podido comprobar que la situación que estamos viviendo ha afectado en la llegada de público a la galería. Aun así, puedo decir que ha sido una buena experiencia, ya que no solo es mi primera exposición, sino que además, es posible que sea de las primeras en realizarse tras la vuelta a la normalidad. Asimismo, he podido contar con el apoyo de algunos medios de comunicación, permitiendo que mi mensaje llega a un público más extenso. Por lo que estoy bastante satisfecho con los resultados.
Preparar una exposición debe ser una tarea difícil. ¿Crees que los conocimientos adquiridos en la Universidad de Salamanca te han ayudado a ello?
Esto es como todo, las cosas son difíciles hasta que se aprenden. Pero realmente puedo decir que ha sido más laborioso que difícil, ya que realizar una exposición requiere mucho tiempo y dedicación. Desde el contacto con las instituciones, hasta su previa organización, redacción de información, transporte, instalación y desmonte, publicaciones, etc.
Todos estos conocimientos se van adquiriendo a lo largo del tiempo, no solo con la formación que da la Universidad, sino también por la relación con personas enmarcadas dentro del mundo artístico y con la propia experiencia e investigaciones de uno mismo. Al final la Universidad no solo es un lugar donde uno se forma académicamente, sino que es un foco de encuentro de estudiantes y personas con nivel cultural elevado. Y esto, por tanto, fomenta la adquisición de conocimientos.
¿Cuál es el principal objetivo de tu exposición?
Lo que pretendo con esta exposición es poder transmitir, a través de todo este conjunto de obras informalista, un mensaje de concienciación con el fin de que el espectador reflexione sobre los efectos negativos que está provocando el ser humano con sus acciones descontroladas y sin concienciación, las cuales están generando residuos, contaminando y dañando, tanto al medio ambiente, como su biodiversidad. Pudiendo desencadenar nuestra propia autodestrucción.
Aprovechando la desescalada del Covid-19, esta exposición no solo permite al espectador volver la vida normal a través del ocio y la cultura, sino que también permite proyectar otra de las preocupaciones mundiales y que no es de menor importancia que la actual. Por tanto, esta exposición propone un cambio de pensamiento, para una transformación en los cambios de vida. A través del arte, crear un concepto de rechazo hacia todo lo residual y lo contaminante, que puede desencadenar una catástrofe.
¿Cuál es el estilo y técnicas empleadas?, ¿Qué intentas reflejar?
Mi estilo parte del expresionismo abstracto, para adentrarse en la pintura matérica e informalista. Algo que puede percibirse claramente en la reciente exposición.
El contacto con el óleo durante la carrera me permitió apreciar las limitaciones que éste tiene y por eso, ahora todo mi trabajo está encaminado en la experimentación con nuevos materiales y técnicas, pudiendo aportar mayor expresividad comunicativa en mis cuadros.
En mis obras intento reflejar, a través de las texturas, huellas, registros, formas y grafismos que me proporcionan los materiales, elementos orgánicos que se asemejan a la propia naturaleza y cómo estos materiales acaban contaminando y autodestruyendo el conjunto compositivo de las obras, si estas se realizan de forma descontrolada. Solo el uso concienciado de la materia da como resultado una obra completa. Metáfora que reivindica uno de los mayores problemas del siglo XXI, como es la contaminación del planeta.
¿Crees que la crisis del coronavirus ha perjudicado el cuidado del planeta al aumentar el uso de objetos de un solo uso?
No se puede responder a esto con veracidad porque no tenemos datos oficiales, pero es probable que la fabricación masiva del producto de solo un uso en tan poco tiempo haya acrecentado la contaminación del planeta. No sólo eso, sino también por la mala utilización de estos en sus formas de reciclaje, como viene pasando desde hace años.
Cuidar el planeta debería ser un deber, pero no es así por la desinformación de las personas sobre este tema.
No nos damos cuenta de la cantidad de plásticos y otros elementos contaminantes que se están produciendo, no solo guantes, mascarillas o botes para geles, sino múltiples elementos para hospitales, envases, sistemas de protección, como mamparas, etc. Por este motivo lo que pretendo con mi exposición es reivindicar todo esto. Es una manera diferente de informar y concienciar a la gente de lo que está pasando.
Si quieres, cuéntanos algo más sobre tu exposición, dónde y hasta cuando está para animar a que la vayan a visitar.
La exposición se encuentra en el Centro Cultural de Las Claras de Plasencia, desde el día 22 de junio hasta el 10 de julio de 2020. El horario es de lunes a viernes, de 9 a 14 y de 16 a 21 horas.
El plazo de exposición está finalizando, por lo que todas las personas que no puedan asistir y estén interesadas en conocer la exposición telemáticamente, pueden ponerse en contacto conmigo a través de mi correo personal (daniel.sutt.contacto@gmail.com) y les puedo proporcionar toda la información que deseen.