Conocemos a Daniel Pastor, ganador de uno de los Premios de la European Geophysical Union 2019.

¿Por qué elegiste estudiar Geología?
Vengo de la generación Parque Jurásico, todos esos niños y adolescentes que crecieron durante la dinomanía de principios de los 90. Mi padre me compraba unos fascículos (Dinosaurios se llamaba la colección) cada semana, todavía los tengo. En el instituto tenía claro que me gustaban las ciencias más que las letras y cuando llegó la hora de elegir entre Física o Geología, que eran mis favoritas, pesaron los dinosaurios y que geología tenía esa parte de contacto con la naturaleza, de ir a sitios remotos a buscar los datos.

¿Por qué decidiste estudiar en la Universidad de Salamanca?
Soy de Segovia y las dos facultades más cercanas eran Madrid y luego Salamanca. Además de ir a la universidad, estudiaba en el conservatorio, y Salamanca me permitía vivir a 5 minutos del conservatorio y de la facultad, algo que nunca iba a ocurrir en Madrid. En Salamanca podía estudiar ambas cosas sin perder muchísimo tiempo en viajes. Así que era la mejor elección.

¿Qué destacarías de tu experiencia en la USAL?
Diría que la ventaja de ser una universidad grande un una ciudad pequeña. La sensación de que todo se mueve alrededor de la universidad. Supongo que cuando vives en Salamanca y no eres parte de la universidad es muy distinto, pero como estudiante crea una experiencia muy distinta a la que he visto en otras ciudades más grandes.

¿Qué crees que te ha aportado esta universidad en tu carrera profesional?
Toda la educación superior la he tenido en la USAL, hice la carrera y el doctorado, y mi profesión está ligada al ámbito académico, así que la mayor parte de lo que soy como profesional viene de la USAL.

¿Qué ha significado para ti recibir el Premio de la European Geosciences Union en el año 2019?
Es bonito ganar un premio y que un organismo tan importante como la EGU piense que mereces un reconocimiento. Espero que me sirva en el futuro a la hora de conseguir una plaza más permanente en el ámbito de la investigación. Pero los premios solo los conceden si te nominan, estoy seguro que hay mucha gente que lo merece tanto o más que yo, pero no ha tenido a nadie que se preocupe por nominar. A mí me nominó un colega de la USAL, que fue el director de mi tesis, Gabriel Gutiérrez Alonso.

¿Cómo valoras la iniciativa de otorgar este tipo de premios?
Entiendo que cuando una organización como la EGU crea unos premios, lo hace para tener cierta repercusión mediática. A la vez que reconoces a ciertos profesionales estás intentando decir que las Ciencias de la Tierra son importantes, que son los profesionales que estudian el planeta donde vivimos y los problemas que tiene (y ahora también los planetas que se parecen a este, donde quizá haya vida). Es una ciencia muy importante, estudia nuestra casa, y sin embargo es la más desconocida por la mayoría de la sociedad.

¿En que consiste tu proyecto?
Ahora mismo me marcho a Japón con un proyecto para estudiar un proceso geológico que se llama “erosión tectónica”. Cuando una placa subduce por debajo de otra la placa que se hunde rasca el límite inferior de la placa que queda por encima y lo erosiona. Este proceso, aunque ocurre siempre, es mucho más importante en algunas zonas de subducción (como en Japón o en Indonesia) que en otras (como en Grecia o Italia). En las zonas donde es importante ocurren más a menudo grandes terremotos (acompañados muchas veces de grandes tsunamis). Mi interés es saber cómo ha sido este proceso a lo largo de la historia geológica de Japón.

 

¡Muchas gracias Daniel!