Una investigación comandada por el catedrático de Fisiología de la Universidad de Salamanca, José Miguel López Novoa, verifica que la falta de la proteína ALK-1 induce a hipertensión en ratones. Los resultados conforman una novedosa vía de regulación de la presión arterial que no había sido descrita hasta ahora.
La hipertensión es una dolencia que puede desembocar en enfermedades cardiovasculares graves y sus causas son muy complejas y variadas. El trabajo desarrollado por científicos del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, junto al Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), ha permitido describir un nuevo modelo experimental para aquellos pacientes a los que no les baja la presión arterial por la noche, sobre el que será posible diseñar estrategias farmacológicas para su tratamiento.
Tras administrar un fármaco que bloquea el sistema renina-angiostensina (losartán) los investigadores pudieron comprobar que disminuyó la presión arterial en estos animales, lo que hizo pensar que el sistema renina-angiotensina cerebral estaba involucrado en el aumento de la presión arterial.
Debido a ello, el coordinador de la investigación concluye que “la activación de ALK1 es un regulador básico de la supervivencia y diferenciación de las neuronas colinérgicas, y esta vía de regulación podría ser un objetivo terapéutico para el control de la hipertensión”.