Dos cosas sorprenden al observar este medallón en la Plaza Mayor de Salamanca: su ubicación y la ausencia de personaje histórico, pues se trata de una alegoría de la Primera República.

Data del año 2005 y se colocó en el denominado pabellón Consistorial que ya empieza a ser tan heterogéneo como el de Petrineros.

En aquel año se colocaron los medallones de Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, Amadeo de Saboya, Juan Vázquez Coronado y las alegorías de la Primera y Segunda Repúblicas.

La Primera República duró de principios de 1873 al final de 1874 y en ese breve espacio de tiempo tuvo 8 gobiernos y 5 presidentes.

El primero de los presidentes fue Estanislao Figueras y Moragas, abogado nacido en Barcelona. Le siguió Francisco Pi y Margall, historiador también natural de Barcelona. Luego Nicolás Salmerón, abogado granadino. Emilio Castelar Ripoll, ilustre historiador gaditano. Y por último Francisco Serrano, el también gaditano general Serrano.

A la hora de encargar un medallón se optó por representar a aquella república mediante una alegoría, como ya se había hecho en la prensa de la época. Es célebre la alegoría que publicó en 1873 la revista la Flaca, obra de Tomás Padró.

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Aquella fue una alegoría con claras reminiscencias de la Revolución francesa. Tanto es así, que incluye bajo las tablas de la ley, las iniciales R.F. de República francesa.

Se trata de la Mariana francesa, matrona romana con toga roja y gorro frigio símbolo de la libertad. Sugiere a Temis, diosa de la justicia, con la balanza en la mano derecha. Las alas de la Victoria de Samotracia, el pecho descubierto en señal de abundancia. Y a un lado aparece el triángulo de la masonería.

Ninguno de los atributos descritos aparecen en el medallón de la plaza, que si no fuera por el rótulo de Primera República que figura debajo, no sabríamos a quien representa ese rostro con la melena suelta y sin el gorro frigio.

Durante aquella breve y traumática experiencia republicana hubo tres guerras civiles simultáneas: la de Cuba, la tercera guerra carlista y la guerra cantonal. Béjar llegó a constituirse en Cantón independiente y proclamó su DUI como escribió Enric Juliana en un artículo en la Vanguardia.

En 1972 era catedrático de Derecho Político en aquella facultad de Derecho salmantina de la Plaza de Anaya, Juan Ferrando Badía. Por aquel entonces escribía “La Primera República Española” en la que recoge parte de los debates parlamentarios y del diario de sesiones. Incluye un apartado titulado “Origen ilegal de la República” y hace referencia a la carta que Figueras escribió justificando su huida, en la que dijo: “la República se hizo ilegalmente y por una Asamblea que no tenía mandato para ello y que debió disolverse después de aceptada la renuncia de Don Amadeo”.

También afirmó que la proclamación de la República fue un acto ilegal por ser contrario a la Constitución, el diputado por Pontevedra Saturnino Álvarez Bugallal, según se recoge en la misma obra de Ferrando Badía.

Este convulso momento de nuestra historia forma parte también de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.

Luchas, intrigas y radicalidad entre una clase política ajena a los problemas reales, que resume estupendamente la famosa anécdota que se cuenta de Estanislao Figueras. Dicen que tan sólo cuatro meses después de acceder a la presidencia, gritó en catalán: “Senyors, ja no aguanto més. Vaig a ser-los franc: estic fins als collons de tots nosaltres”

Salió con el pretexto de dar un paseo y tomar el aire, se fue a la estación de Atocha y escapó en tren a París. Barruntaba ya un golpe de estado.