Roberto Fernández: ¿Por qué en las televisiones hay 20 programas de cocina y ninguno sobre la universidad?”

Entrevista a Roberto Fernández, nuevo presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE)

Madrid, 4 de diciembre.

El 11 de octubre, en plena ebullición de la crisis en Cataluña, los rectores de las universidades españolas no tuvieron la menor duda -62 votos a favor, ninguno en contra- al elegir al catalán Roberto Fernández Díaz (L’Hospitalet, 1954) como presidente de la conferencia de rectores, la CRUE, que agrupa a 50 universidades públicas y 26 privadas.

Roberto Fernández es historiador, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Lleida desde 1992 y rector de la misma desde 2011. Premio Nacional de Historia en 2015 por su obra Cataluña y el absolutismo borbónico: historia y política, cree que Cataluña necesita ahora “poner por delante una palabra que se llama conciliación”.

“Vivimos en un edificio magnífico que se llama Cataluña, pero cada uno vive en un piso ideológico y no se habla con el de al lado. Hay que empezar a hablarse con el de al lado”.

La crisis catalana y la historia -sus usos y abusos- darían para una larga conversación pero toca centrarnos en lo que ha traído a Alumni-USAL hasta la sede de la CRUE. Ya que no podemos cambiar de país, cambiemos de tema; hablemos de la situación de la universidad:

Uno de los objetivos de su mandato es mejorar la imagen de la universidad española, desterrar tópicos…

Sí, efectivamente. No sé por qué extraña razón una buena parte de la reflexión que se hace sobre la universidad -que no es mucha, en especial en los medios audiovisuales- se basa en datos que ya no obedecen a la realidad. Por ejemplo, pregunta habitual: ¿hay muchas universidades en España? Pues no.Todos los estudios comparativos dicen que no. ¿Hay muchos universitarios? Pues no.

Quizá el que más se traslada en los medios es la posición baja que ocupan las universidades españolas en los rankings internacionales.

Si tú vas a mirar los rankings de los hospitales mundiales, es probable que entre los 10 primeros no encuentres ninguno español. A continuación, todo el mundo reconocerá que tenemos unos de los mejores sistemas hospitalarios del mundo… Tenemos el mejor sistema universitario en la historia de España. España está entre los seis países del mundo que tienen más universidades entre las 500 primeras del mundo. Y hay 22.000. Un joven español tiene un 2,5 más de oportunidades de ir a una universidad entre las mil primeras que un joven estadounidense. El sistema universitarios español es un buen sistema universitario comparado con sus homónimos occidentales. Como sistema. Y para mí es mucho más importante que el sistema sea bueno que no tener dos universidades entre las 100 primeras. Que un chico de Oviedo o uno de Málaga puedan ir a unas universidades cuyos títulos son muy similares en su calidad y exportables a todo el mundo occidental me parece lo esencial.

Entonces, ¿no debería obsesionarnos tanto no tener una universidad entre las 200 primeras del mundo?

Los rankings a veces no miden otra cosa que no sea producto del dinero. Mira, estuve hablando con Ángel Cabrera, rector español de la George Mason, 30.000 estudiantes. Nosotros, Universidad de Lleida, o pon otra, no pongas la mía…

La Universidad de Salamanca, por ejemplo, que también ronda los 30.000 estudiantes…

¿Presupuesto de la Universidad de Salamanca?

200 millones.

1.000 millones en el George Mason. Por tanto, cinco veces más presupuesto la George Mason. Y, no obstante, cuando los titulados salen de la Universidad de Salamanca, van a Alemania, van a Francia, van a cualquier sitio de España y se colocan y tienen buena fama.

Por cierto, las universidades catalanas suelen destacar en los rankings, ¿cuál es el secreto?

También hay otras muchas que están entre las primeras. Aquí no hay un bloque de universidades catalanas que todas están en primera división y todas las demás en segunda. Eso no existe. Entre esas, la mayoría de las públicas catalanas y algunas privadas también están. ¿Por qué? Porque hay algunas políticas que se han sostenido en el tiempo en los diversos gobiernos de la Generalitat en investigación, en docencia, que han ido dando buenos resultados. No hay secretos. No hay un gen catalán.

Estamos hablando de ICREA

Estamos hablando de ICREA que facilita la vida a unos profesores que lo solicitan y que les permite tener durante cinco años una rebaja de docencia etc., estamos hablando de los centros de excelencia CERCA, estamos hablando de unas políticas que también se están empezando a aplicar en otros lugares de España. Dicho esto, también el sistema catalán tiene sus problemas, eh…

La sede de la CRUE está separada tan sólo por una calle del Congreso de los Diputados. La vecindad no parece de mucha ayuda. La universidad apenas existe en el debate político.

No me puedo creer lo que dices (sonrisa). En el último debate electoral de las elecciones generales, creo que la universidad no salió ni un segundo. Y mi pregunta es muy sencilla: ¿creen los distintos líderes políticos que -siendo la universidad motor del crecimiento económico, del desarrollo social, de la revitalización cultural- no merece que le dediquen un tiempo, dos minutos del debate?

¿Es la financiación el principal problema de la universidad española?

Hay que desterrar el mito de la causa única. Que el dinero no lo arregla todo es evidente, que sin dinero cuesta arreglar cualquier cosa, también. Por tanto, la merma de financiación de la universidad española respecto a 2010 y la merma de financiación de la universidad española respecto a Francia, Alemania, Italia es un gran problema de país, sin duda. Ahora, como los universitarios se han sacrificado más y las familias han puesto más dinero, pues las cosas parece que van, pero no se pueden sostener en el tiempo porque los grupos de investigación van a empezar a fallar, porque los profesores están dando muchas más clases y está fallando la investigación. Dicho esto, el dinero no es la única causa. También hay un problema que tiene que considerarse muy seriamente: perfilar mejor el proceso profesional de los profesores y los investigadores. Tenemos que discutir temas de relación con otras instituciones sociales. Los temas de gobernanza, hay que discutirlos sin prejuicios. Ahora bien, todo lo demás sin dinero es muy difícil de realizar.

Comparados con el resto de Europa, ¿nuestra financiación es mucho menor?

Sí. No me conozco los porcentajes exactos, pero si tu comparas lo que dan Francia, Alemania e Italia a sus universidades respecto a su PIB y lo que damos nosotros, pues nosotros estamos en el 1,28 o 1,38 y ellos el dos y pico; lo cual es una distancia sideral.

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Con estos presupuestos y con las rigideces regulatorias, ¿una universidad en España tiene margen para cambiar, mejorar, explorar nuevos caminos?

Este es un tema muy delicado y complejo. Yo te he hablado de la calidad del sistema. Para que el sistema mantenga la calidad tienes que mantener algunas características comunes, vigilarlas y que se cumplan y al mismo tiempo puedes dar unos elementos de libertad para que cada universidad vaya encontrando su personalidad. Ahora bien, yo soy partidario de que las universidades sean competentes pero no soy partidario de que compitan entre ellas. Hay gente que cree en eso y yo no. El éxito de cualquier universidad en España es el éxito de mi universidad porque al final lo que hay es una marca España de universidades. Y yo quiero que la CRUE contribuya a que la marca de universidades españolas sea muy buena. Si después hay una que destaca, bienvenida, porque yo la saludaré como mi éxito, pero yo trabajo para el estudiante concreto y éste tiene que aspirar a la misma calidad tanto si vive en Lleida como en Huelva. Para mí eso es fundamental.

Veo que una de sus preocupaciones es el extraordinario número de “falsos asociados”

Esto es una consecuencia de la tasa de reposición. Nosotros hemos perdido 10.500 empleados en la universidad. La mitad profesores y la mitad Personal de Administración y Servicio. ¿Y cómo hemos seguido dando las clases? Se ha jubilado un catedrático, se ha jubilado un titular y no hemos puesto otro catedrático y otro titular. Hemos puesto un asociado. Ante la necesidad de seguir dando la docencia y tener menos cuerpo docente, hemos cogido la figura de asociado -que es magnífica como tal- y la hemos utilizado de una forma incorrecta, moralmente incorrecta para la gente que la sufre.

Otra imagen extendida de la universidad española tiene que ver con la excesiva endogamia.

La endogamia es como el colesterol, la hay buena y mala. La mala se llama amiguismo y yo te digo con rotundidad que no existe en la universidad española. Puede existir un caso de amiguismo, dos o tres, por supuesto, somos miles, pero la endogamia mala en la universidad española no existe. No porque seamos moralmente mejores sino porque los sistemas de acceso hacen imposible eso. Dos: tú eres profesor de universidad y en primero conoces a un chico o una chica magnífica y le sigues. Es buenísimo. Y ¿qué haces? ¿Dejas que se vaya? No, intentas retenerlo. Querrás que se quede Messi o Ronaldo contigo, ¿no? ¿O lo “fabricas” para que se lo lleve otra universidad? ¿Cuál es la consecuencia? ¿La calidad del profesorado universitario español es peor que la francesa? Yo diría que no en términos generales. ¿Que la italiana? Yo diría que no. ¿Que la del 90% de las universidades inglesas? Yo diría que no. Creo que nuestros profesores de universidad cuando se mueven por el mundo, se mueven bien. Somos la décima potencia en producción científica del mundo. Y eso, ¿cómo se hace si somos tan endogámicos?

¿Le cuesta a la universidad española atraer talento de fuera?

¿Por qué?

Por dinero. Yo como rector no puedo contratar a alguien de fuera y ponerle una casa y un coche y crearle un laboratorio. No puedo. No puedo competir. ¿Qué me dice Ángel Cabrera de la George Mason? Que él va con la chequera. “Compró” dos premios Nobel. Y eso le hizo ponerse entre las 200 primeras del mundo, porque tiene dos Nobel. No los ha fabricado, los ha comprado.

¿Y en cuanto a alumnos? Las universidades francesas, por ejemplo, atraen más estudiantes latinoamericanos que las españolas.

Cierto, cierto. Eso lo decía mucho mi antecesor. Efectivamente. España necesita hacer un programa especialísimo de atracción de estudiantes de Iberoamérica. No es de recibo que Francia tenga más iberoamericanos que España. Ahí estamos fallando claramente.

Las proyecciones nos auguran un descenso demográfico inevitable, ¿vamos a ver a las universidades españolas compitiendo ferozmente por atraer alumnos?

Las universidades españolas atraen a sus alumnos de un hinterland que es muy cercano. El 80% de los alumnos van a la universidad que tienen más cerca y se mueven cuando tienen que hacer carreras que no tienen en su universidad. ¿Si hay menos estudiantes, habrá competencia? ¿Por qué? Uno de los elementos básicos de la calidad es que la relación entre el número de los profesores y el de los alumnos se reduzca. Si hay descenso de alumnos pero se mantienen las plantillas, ganaremos en excelencia.

Hablemos de tasas y becas. Ahora mismo con el actual sistema, ¿hay jóvenes en España que no pueden ir a la universidad porque su familia no se lo puede permitir, por falta de becas?

Son dos cosas distintas. Vamos a pedirle al ministerio que distinga entre las becas como derecho social -y ahí los rectores pensamos que el 5,5 no es justo, que debe ser un 5- y las becas que se pueden dar por excelencia académica independientemente de los ingresos. Por tanto, más becas, unas por derecho social y otras por excelencia, y con una cantidad por beca que sea más alta porque ha disminuido ¿Se han quedado jóvenes fuera por el aumento de las tasas, por no acceder a una beca? Probablemente sí. Hay alguna cifra sobre eso, pero yo no la acabo de ver clara del todo. Las universidades españolas han puesto 130 millones para que cualquier joven con dificultades económicas sobrevenidas no se quede fuera.

¿Tenemos unas tasas más altas que el resto de Europa? En Alemania la universidad es gratuita…

Si adoptamos el sistema tributario alemán, yo también pido gratuidad, pero mientras tengamos el sistema actual no creo que sea justa la gratuidad de las tasas.

¿Y en Italia? ¿En Francia?

En Francia se paga menos. En Italia, no. En Irlanda, Holanda, Italia y alguno más son tan altas como las nuestras, en el resto de países son más baratas. También depende de las titulaciones.

De los objetivos que se ha marcado, ¿cuál es el prioritario?

Que el ministro me dé varios cientos de millones para la universidad española (risas)… No, mira, hay tres prioritarios. Primero, estamos elaborando una agenda política de los principales problemas para dársela al ministro y a los grupos parlamentarios y poner a discutir al parlamento española de los problemas de la universidad. El segundo, intentar que no se pierda la idea del sistema universitario español. Hay 17 sistemas en las 17 autonomías y la CRUE tiene que intentar que, respetando eso, haya un sistema universitario español. Tercero: dar a conocer mucho mejor a los medios de comunicación y a la sociedad española la realidad de la universidad con sus grandezas y también con sus reformas necesarias. A mí me gustaría mucho que se dijera en algún titular: “En televisión hay 20 programas de cocina y ninguno de universidad”.