La antigua alumna de Ingeniería de Materiales de la Universidad de Salamanca ha obtenido el primer puesto como el mejor expediente en su titulación a nivel nacional.
¿Por qué elegiste esa carrera? ¿Tenías claro lo que querías estudiar?
En ingeniería de materiales decimos que somos la más científica de todas las ingenierías… desde muy pequeña me interesaba la ciencia, pero al acabar el bachillerato no sabía qué estudiar exactamente.
Después de investigar mucho encontré este grado. Me encantó porque es muy amplio y no me pone límites al momento de aprender la rama que quiera. La filosofía es formar profesionales con las bases del comportamiento de materiales, que luego sean flexibles y puedan comprender cualquier cosa y sector en el que se desarrollen después.
A mí, que me gustaban las ciencias pero no quería cerrarme, me vino como anillo al dedo.
¿Cómo fue tu experiencia como universitario en Salamanca? ¿Alguna anécdota que destacar?
Mi experiencia fue increíble. Los profesores y mis compañeros fueron excepcionales, y jamás me faltó de una mano amiga o nuevas oportunidades.
Desde el tercer año de carrera tuve la oportunidad de hacer prácticas extracurriculares en el Laboratorio de Ciencia de materiales en el Campus Viriato y aprendí muchísimo. No es una oportunidad que se consiga en cualquier parte, y habla mucho de lo personalizada que es la atención en ingeniería de materiales de la USAL, así que guardo la experiencia con mucho cariño.
¿Cómo te sentiste cuando te premiaron? ¿Te esperabas un reconocimiento por todo tu trabajo?
Me sentí feliz y muy agradecida, porque no hubiese sido posible sin todo el apoyo que tuve.
Siempre me he centrado en ser una profesional equilibrada, no solo con buenas notas sino con un expediente integral. Siento que ha sido un acierto que me ha ayudado también a nivel profesional, y me alegró mucho que fuese reconocido.
Los primeros meses después de acabar la carrera fueron duros, más en la etapa COVID-19. Sin embargo, todas las experiencias de la carrera me ayudaron a solventar de la mejor manera y me dieron herramientas y apoyo para seguir mejorando. El reconocimiento fue un plus.
¿Qué se te ha valorado en este reconocimiento? ¿En qué consistía tu participación estudiantil?
Siempre he pensado que lo que más importa a nivel académico no es tener la nota más alta.
Durante mi vida universitaria busqué diversificar mi tiempo con actividades de valor añadido como cursos e idiomas, y combinarlo con una buena nota en la carrera.
Puede ser que no siempre tuviese la mayor nota, pero sí formé un expediente con gran participación en actividades extracurriculares, idiomas, prácticas en empresas y en el laboratorio de la universidad, cursos en otras universidades importantes, un congreso, actividades de emprendimiento y debate, y lo acompañaba con una nota alta en ingeniería.
Todo esto fue evaluado y habla mucho del tipo de profesional que soy hoy.
¿Hacia dónde quieres ir en el futuro? ¿Cuáles son tus planes?
Quiero seguir formándome, y orientar algunas de mis actividades para contribuir al desarrollo sostenible y el acercamiento de las niñas a la ciencia.
En este sentido es muy importante que desde pequeñas, no sintamos las ciencias, la robótica o los cuestionamientos como algo lejano, sino como una disciplina que se puede aprender si te lo propones.
Las ciencias son para todos los que tienen ganas de aprender, no importa el nivel del que partan.