Nada está claro en el escudo de la ciudad de Salamanca, salvo el puente romano. Cosas de la heráldica. ¿Toro o verraco?. ¿Encina o higuera?. ¿Y las barras de Aragón?. ¿Se deben a Don Vela, a Armengol VII o a los Rodríguez de las Varillas?

 

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Por nuestra tradición reglamentista habremos de acudir al Boletín Oficial. Pero en esta ocasión no será el Boletín Oficial del Estado el que nos proporcione sorpresas como la del pasado 18 de marzo de 2021, cuando el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico publicaba una “corrección de errores” que textualmente decía “ Donde dice Digo, debe decir Diego”.

Y es que además del Boletín Oficial del Estado tenemos otros muchos Boletines. Y también se lleva uno sorpresas en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL). Leyendo el de 20 de junio de 1996 que aprueba el Escudo heráldico municipal de Salamanca, me entero de que en el escudo salmantino no hay una encina, sino una higuera, “una higuera de sinople, arrancada”. Al parecer este escudo se aprobó tras solicitar  informes de la Real Academia de la Historia y del Cronista de Armas de Castilla y León, aunque sólo llegó a emitirse el segundo de los informes según el BOCYL.

Confieso mi ignorancia heráldica pero creo que como yo, muchos salmantinos ignoran que en el escudo de su ciudad hay una higuera.

En cuanto al toro, la realidad es que el animal de piedra que hay en el puente no tiene cabeza. Algunos lo llaman verraco pero la mayoría se inclina por el toro, que era una divinidad para los Vetones y que se usaba incluso para delimitar los pastos. Por eso además del famoso toro que hay en el puente romano hay otros muchos por la provincia, como el de Lumbrales el de Ledesma o el de Ciudad Rodrigo.

Al toro se refiere Villar y Macías al comienzo de su Historia de Salamanca que habla de la encina sagrada y el toro simbólico: “siempre ha ostentado Salamanca la encina como uno de sus blasones y al lado de ella el toro”.

Y en efecto, el Fuero de Salamanca, en su artículo 97 alude “al toro de la puente”

También el refranero: “En Salamanca los dones, el toro de la puente los quita y los pone”

Y por supuesto el Lazarillo de Tormes: “ Salimos de Salamanca y llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra que casi tiene forma de toro y el ciego mandome que llegase cerca del animal y allí puesto me dijo: -Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro del”

Las barras de Aragón conocidas como “el señal de Aragón” se definen en el escudo salmantino como “cuatro palos de gules” y se adjudican al personaje legendario Don Vela y a la repoblación de Salamanca. Pero Don Vela era de un linaje visigodo establecido en Álava.

Otros hablan de los Rodríguez de las Varillas, cuya casa palacio en la calle Toro fue derruida en los años 40 del siglo XX. En ella estaba el escudo de este linaje salmantino, también con cuatro palos de gules.

Julián Álvarez Villar se inclina por el Conde de Urgel Armengol VII,  vasallo del Rey de León que se refería a él como “vasallo meo e amico fidelísimo”. Colaboró en la reconquista de la Extremadura leonesa y el Rey lo hizo Señor de Salamanca, Ledesma y Barruecopardo. Armengol era descendiente de Wifredo el velloso o Guifré el pilós, que también era de linaje visigodo.

En todo caso, con independencia de cuál sea el origen cierto, está bien que en el escudo de Salamanca figuren las históricas barras de  Aragón  que hoy están presentes  en los escudos de Comunidades como Aragón, Valencia o Cataluña y también en el Escudo de España.

Como anécdota sobre el toro del puente, un gobernador de Salamanca de principios del XIX, en la creencia de que era un cerdo mandado poner  por Carlos I en escarnio a la Salamanca de los Comuneros; decretó tirarlo al río. Y allí estuvo muchos años hasta que por fin alguien sensato lo rescató. Con el color morado de la bandera de los comuneros hay otro famoso equívoco, pero esa es otra historia.